martes, 18 de septiembre de 2012




Mis pasos...


Durante mucho tiempo camine detrás tuyo, porque a veces piensas que los pasos de alguien deberían ser los mismos tuyos, sin importar lo que pises en tu recorrido, caminé y lo hice con todo el aliento y la fuerza necesaria, pero aún así nunca te detuviste por mí y peor aún, nunca volteaste para ver si yo seguía ahí.

En ese camino que tu diseñaste algo me hizo tropezar, fueron los pasos de otra persona, quien me hizo pensar en mi camino cambiar así que con ella decidí viajar, porque aparte de caminar con cuidado para no pisar lo que en pie debe estar, cada siete pasos miraba hacia atrás, para sonreír y decir que este camino era el que debíamos cruzar, ahora, la dueña de mis pasos me ha mostrado un laberinto en el que creo que nunca encontraré a alguien que me haga tropezar, pero lo mejor es que hoy ya no me encuentro detrás de ella, porque hoy a su lado me ha invitado a caminar.

Hoy, cuando me encontraba en ese laberinto, sentí mis pasos lentos, cortos, amarrados a algo que no me quiere dejar avanzar, así que para ser totalmente distinto a lo que eres mire hacia atrás, lastimosamente para darme cuenta, que eras tú aferrándote a mi, siguiendo los pasos que un día quisieron seguirte a ti, tome tus manos y por un momento sentí que aun estaba ahí el corazón que una noche te robé y en un bolsillo roto guardé, sentí que aun estaba esa sonrisa que tanto tiempo hizo la mía brillar y esos labios en los que siempre quise descansar ... finalmente, decidí que aunque un recuerdo grato me ayudaste a conservar, de momentos como esos, esta nueva persona me hará cansar.

Hoy corro feliz en ese laberinto, ese en el que ya nunca me vas a encontrar.




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